Tres poemas
Charles Bernstein
Traducción por Enrique Winter
Número revista:
10
THE KLUPZY GIRL
Poetry is like a swoon, with this difference:
it brings you to your senses. Yet his
parables are not singular. The smoke from
the boat causes the men to joke. Not
gymnastic: pyrotechnic. The continuousness
of a smile—wry, perfume scented. No this
would go fruity with all these changes
around. Sense of variety: panic. Like
my eye takes over from the front
yard, three pace. Idle gaze—years
right down the window. Not clairvoyance,
predictions, deciphering—enacting. Analytically,
i.e., thoughtlessly. Begin to push and cue
together. Or I originate out of this
occurrence, stoop down, bend on. The
Protest-ant’s voice within, calling for
this to be shepherded, for moment’s
expression’s enthroning. Able to be
alibied (contiguity of vacuity). Or
do you think you can communicate
telepathetically? Verena read the epistle
with much deliberateness. If we are
not to be phrasemongers, we must
sit down and take the steps that will
give these policies life. I fumbled clumsily
with the others—the evocations, explanations,
glossings of “reality” seemed like stretching
it to cover ground rather than make
or name or push something through.
“But the most beautiful
of all doubts is when the downtrodden
and despairing raise their heads and
stop believing in the strength of their oppressors.”
To be slayed by such sighs: a noble figure
in a removed entranceway.
“This is just a little note
to say that it was nice working with
all of you. It has been a rewarding
experience in many ways. Although I
am looking forward to my new position
with great anticipation, I shall never forget
the days I spent here. It was like
a home-away-from-home, everyone was
just so warm and friendly. I shall
ever remember you in my prayers, and I
wish you the best for the future.” Preoccupations
immediately launch: to set straight, to glean
from her glance. Terrifically bored
on the bus. Any really you want
go to mixed on me. Sumptuous slump.
As it becomes apparent. Just that I thought.
Contraction that to you perhaps an
idealization. Have I kept. But that
point is—such repair as roads no
joint, what?, these few years must
admit to not expecting, as if the
silent rudeness might separate us out. &
maybe anger would be better than explaining.
When in tents or families in comparative.
Which sums digest. Disclaimer
alights what with begin. That’s
maybe the first pace, the particular. I mean
I feel I’ve got to and a few while
I can just look to see unrelenting
amount of canny criticism whatever
occasions overriding for comparison
spin for the sake of intrinsic in that
or that I’ve already made although
against reaction’s consequent proceeding.
But it’s to the point that you’ve
begun to broach like you could almost
fault me on as if you were going to
use could become primarily propulsion
to affinity have itself so. She
gets nutty. Oh she settles in, she
settles the curdles, unhooks the latches,
but I, preferring hatches…
When batters, benumbs, the lights
in a basket, portable. Potted & make
believe—your rudeness amounts to not
noticing, i.e., I’m on a different
scale of jags. To be in replacement
for a number of linings. Tubes of turmoil.
To stroll on the beach is to be in
the company of the wage-earner and
the unemployed on the public way, but
to command a view of it from a vantage
both recessed and elevated is to enter
the bourgeois space; here vantage and view
become consumable. I can’t describe
how insulted I felt, it’s a ruthlessness
not so much I didn’t know you possessed
as that I didn’t think you’d turn
on me. When you stop acting in good
faith any residue of the relationship
gets really unpleasant and the gratuitous
discounting severs what I can’t necessarily
define the circumferences of. “There are a
number of calls in the June bill
which I have been unable to document. We
believe these calls were made by S——
O—— who is no longer employed by
this project. We presume these calls
to be program related although she
did not keep a log of long distance
calls as requested in the memo
circulated March 11, 1980.” It has
more to me than please to note acquits
defiant spawn. But your letter does
not scan its view nor serve our
own resolve. Little noticing sectored
demonstration, or flail with inheld
throng. Content to meet or not to meet
what inlays subsequent flustered
adjustment. “The Good is
for the fact that I will it, and apart
from willing it, it has no existence.”
“There is no document of civilization
that is not at the same time a
document of barbarism.” Blue suede pestilence.
Binds bins. History and civilization
represented as aura—piles
of debris founded on a law and mythology
whose bases are in violence, the release
from which a Messianic moment
in which history itself is vanquished.
That’s why I’m perplexed
at your startlement, though obviously
it’s startling to see contexts changed on you
to have that done to you and
delivered unbeknownst. The Ideal
swoops, and reascends. “With real
struggle, genuine tax relief
can be won.” A manic
state of careless grace. Mylar juggernauts
zig-zag penuriously. Car smashed into;
camera stolen; hat lost; run out of
money, write for money, money doesn’t come.
Long interruption as I talk to woman
most of the way back—a runner,
very pleasant. Get off in Boston and everything
seems to go crazy.
All of gets where
Round dog-eared head
The clear to trying
Forgets issues of trembles
Address vestiges to remain
These years after all
Fog commends in discourse
LA NIÑA TORTE
La poesía es como un desmayo, con esta diferencia:
te devuelve el sentido. Pero sus
parábolas no son únicas. El humo del
bote hace que los hombres bromeen. No
gimnástico: pirotécnico. La continuidad
de una sonrisa —irónica, perfumada. No esto
se vuelva frutal con tanto cambio
alrededor. El sentido de la variedad: pánico. Como
mi ojo queda a cargo desde el antejardín,
en tres pasos. Mirada ociosa —años
en la ventana. No la clarividencia,
predicciones, descifrar —promulgar. Analíticamente,
p. ej., sin pensarlo. Empecemos a empujar e inducir
juntos. O me origino en esta
ocurrencia, me inclino, me encorvo. La
voz interior y protestante, pide
que esto se pastoree, para coronar
la expresión del momento. Capaz de ser
la coartada (contigüidad del vacío). ¿O
crees que puedes comunicarte
telepáticamente? Verena leyó la epístola
con mucha consideración. Si no hemos
de ser charlatanes, debemos sentarnos
y seguir los pasos que le darán
vida a estas políticas. Titubeé torpemente
con los demás —las evocaciones, explicaciones,
las glosas de “realidad” parecían estirarla
para cubrir el suelo más que para hacer
o nombrar o violar algo.
“Pero la más hermosa
de todas las dudas se da cuando los oprimidos
y desesperados levantan la cabeza y
dejan de creer en la fuerza de sus opresores”.
Que a uno lo acribillen esos suspiros: una noble figura
en un hall extirpado.
“Esta es solo una pequeña nota
para decirles que fue agradable trabajar con
todos ustedes. Ha sido una experiencia
gratificante en muchos aspectos. Si bien
aguardo con ansias y gran expectación
mi nuevo cargo, nunca olvidaré
los días que pasé aquí. Fue como
un segundo hogar, todos fueron
tan cálidos y amistosos. Por siempre
los recordaré en mis oraciones, y les
deseo lo mejor para el futuro”. Las preocupaciones
surgen de inmediato: encauzar, deducir
de su mirada. Aburrido como ostra
en el bus. Realmente cualquiera que quieras
ir a mezclarse en mí. Bajón lujoso.
A medida que se vuelve evidente. Solo que pensé.
Contracción que para ti quizás una
idealización. Acaso he mantenido. Pero ese
punto es —¿tal reparación de carreteras no
junta, qué?, este par de años deben
admitir la falta de esperanza, como si la
callada grosería pudiera separarnos. &
tal vez la rabia sea mejor que la explicación.
Cuando en tiendas o familias en comparada.
Lo que suma resume. El descargo
enciende qué con comienzo. Ése es
quizás el primer paso, el particular. Digo
que siento que debo y un tiempo breve
puedo solo mirar para ver una cantidad
constante de criticismo astuto cualesquiera
ocasiones haciendo caso omiso para los giros
de la comparación a favor de lo intrínseco en eso
o en lo que ya hice pese a estar en contra
de los procedimientos consiguientes de la reacción.
Pero llegaste al punto en que empezaste
a mencionarme como si casi pudieras
culparme como si fueras a
usar pudo en principio volverse propulsión
para que la afinidad se tuviera a sí misma. Ella
se vuelve loca. Ah se asienta, ella
asienta los cuajados, destraba los pestillos,
pero yo, que prefiero la escotilla…
Cuando apalea, entumece, las luces
en el canasto, portátil. Fumada & finge
—tu grosería se resume en que no
se note, p. ej., estoy en otra escala
de la juerga. Estar de reemplazo
para cierta cantidad de forros. Tubos de confusión.
Pasear por la playa es andar
en compañía de asalariados y
desempleados en la vía pública, pero
dirigir una mirada sobre esto desde una posición
ventajosa a la vez cómoda y elevada es entrar
en el espacio burgués; aquí la ventaja y la mirada
se vuelven consumibles. No puedo describir
lo insultado que me sentí, es una crueldad
que no es que no supiera que tenías
sino que jamás pensé que emplearías en mi
contra. Cuando dejas de actuar de buena
fe cualquier residuo de la relación
se torna desagradable y las rebajas
gratuitas amputan aquello de lo que no puedo
definir las circunferencias necesariamente. “Hay un par
de llamadas en la cuenta de junio
que no he podido comprobar. Creemos
que esas llamadas las hizo S——
O—— que no está más en
este proyecto. Suponemos que esas llamadas
están relacionadas con el programa pese a que ella
no llevó registro de las llamadas de larga
distancia como se ordenó en la circular
del 11 de marzo de 1980”. Se necesita
más que un por favor para notar la absolución
del engendro desafiante. Pero tu carta
no analiza su punto de vista ni sirve a nuestra propia
resolución. Poca atención a las manifestaciones
sectoriales, o a las agitaciones de las multitudes
internas. Satisfecho con cumplir o no cumplir
lo que incrusta nerviosos ajustes
ulteriores. “El Bien es
por el hecho de mi voluntad, y fuera
de mi voluntad, no existe”.
“No hay documento alguno de la civilización
que no sea al mismo tiempo un
documento de la barbarie”. Pestilencia de gamuza azul.
Ligaduras de basuras. La historia y la civilización
representadas como aura —montones
de desechos fundados en la ley y la mitología
cuyas bases se encuentran en la violencia, la liberación
de ella un momento mesiánico
en que la historia misma es derrotada.
Por eso me deja perplejo
tu sorpresa, aunque obviamente
sorprende ver que los contextos cambiaron
que te hayan hecho eso y
sin que te enteraras. El Ideal
se fue en picada y vuelve a subir. “Con verdadero
esfuerzo, pueden obtenerse auténticos
beneficios tributarios”. Un estado
maníaco de gracia negligente. Gigantes de mylar
zigzaguean mezquinamente. Auto chocado;
cámara robada; sombrero perdido; se acaba la
plata, escribe por plata, la plata no llega.
Larga interrupción mientras converso con mujer
casi todo el camino de vuelta —una corredora,
muy simpática. Me bajo en Boston y
todo parece volverse loco.
Todos los llegan donde
cabeza redonda orejas de perro
lo claro para tratar
olvida los asuntos de los temblores
dirige los vestigios para mantenerse
estos años después de todo
la niebla recomienda en discurso
DYSRAPHISM
Did a wind come just as you got up or were
you protecting me from it? I felt the abridgement
of imperatives, the wave of detours, the saber-
rattling of inversion. All lit up and no
place to go. Blinded by avenue and filled with
adjacency. Arch or arched at. So there becomes bottles,
hushed conductors, illustrated proclivities for puffed-
up benchmarks. Morose or comatose. “Life is what
you find, existence is what you repudiate.” A good example
of this is ‘Dad pins puck.’ Sometimes something
sunders; in most cases, this is no more than a hall.
No where to go but pianissimo (protection of market
soaring). “Ma always fixes it just like I
like it.” Or here valorize what seem to put off
in other. No excuse for that! You can’t
watch ice sports with the lights on! Abnormal fluid retention,
inveterate inundation. Surely as wrongheaded as
but without its charm. No identification, only
restitution. But he has forced us to compel this offer;
it comes from policy not love. “Fill
the water glasses—ask each person
if they would like
more coffee, etc.” Content’s
dream. The
journey is
far, the
rewards inconsequential. Heraldically defamed.
Go—it’s—gotten. Best
of the spoils: gargoyles. Or is a pretend wish
that hits the springs to sing with sanguine
bulk. “Clean everything from the table except
water, wine, and ashtrays; use separate plate to
remove salt & pepper.” Ignorant
I confront, wondering at
I stand. We need
to mention that this is one
that applies to all eyes and that its application is only on the
most basic and rudimentary
level. Being
comfortable with and also
inviting and satisfying.
The pillar’s tale: a windowbox onto society.
But heed not the pear that blows in your
brain. God’s poison is the concept of
conceptlessness—anaerobic breath.
No less is culled no more vacated—temptation’s
flight is always to
beacon’s hill—the soul’s
mineshaft.
Endless strummer. There is never annul-
ment, only abridgment. The Northern Lights is
the universe’s paneled basement. Joy
when jogged. Delight in
forefright. Brushstrokes
on the canals of the…, moles on
sackcloth. “People like you don’t need
money—you breed contempt.” Some way such
toxic oases. This growth of earls, as on a failing
day, gurgling arboreally. Shoes that
shock. I’d
give to you my monkey, my serenade, my shopping bag;
but you require constancy, not weights. Who
taking the lump denies the pot, a beam of
buckram. Or they
with their, you
with your. Another
shot, another stop—dead
as floor board. Pardon my declension: short
parade. “Refill platter and pass to
everybody.” A
sound is a sum—a sash
of seraphs. Bored loom.
Extension is never more than a form of content. “I
know how you feel, Joe. Nobody likes to admit
his girl is that smart.” “I feel how you know,
Joe, like nobody to smart that girl is his admit.”
A wavering kind of sort—down the tube, doused
in tub, a run of the stairs. You should shoot! But
by the time I’d sided. Magisterially calm and pompous.
Pump ass! A wash
of worry (the worldhood of
the whirl). Or: “Nice being here with anybody.” Slips
find the most indefatigable invaginations, surreptitious
requiems.
Surfeit, sure fight.
Otherwise—flies,
detergent whines, flimflam psychosis. Let’s:
partition the petulance, roast
the arrears, succor the sacred. “If you don’t keep up
with culture, culture will keep up
with you.” Sacral dosing, somewhat
hosting. Thread
threads the threads, like
thrush. Thrombolytic cassette. “While all of this is
going on, young Sir Francis Rose—a painter of dubious
gifts whom Gertrude Stein espoused for the last decade
of her life—appears as if out of nowhere with a
painting.” If you mix with him you’re mixing
with a metaphor. “It’s
a realistic package, it’s a
negotiable package, it’s
not a final package.” Glibness
of the overall, maybe: there is always something dripping
through.
We seem to be retreading the same tire
over and over, with no additional traction. Here
are some additional panes—optional. Very busy
by now reorganizing and actually, oddly, added
into fractionation ratio, as you might say. Or just
hitting against, back to everybody.
Reality is always greener
when you haven’t seen her.
Anyway just to go on and be where you weren’t or couldn’t be
before—steps, windows, ramps. To let
all that other not so much dissolve as
blend into an horizon of distraction, distension
pursued as homing ground
(a place to bar the leaks). Say,
vaccination of cobalt emissaries pregnant with bivalent
exasperation, protruding with inert material. I
can’t but sway, hopeful in my way. Perhaps
portend, tarry. The galoshes are, e.g.,
gone; but you are here. Transient cathexis, Doppler
angst. And then a light comes on
in everybody’s head. “So I think
that somewhere we ought to make the point that it’s really
a team approach.” Riddled
with riot. What
knows not scansion admits
expansion: tea leaves
decoy
for the grosser fortune—the slush
of afternoon, the morning’s replay. Prose,
pose—relentless
furrier.
Poem, chrome. “I
don’t like the way you think”:
a mind is a terrible thing to spend.
That is, in prose you start with the world
and find the words to match; in poetry you start
with the words and find the world in them. “Bring
soup in—very hot.” “You
couldn’t find your way
out of a blanched potato.” Silence
can also be a tool
but it is seldom as effective as blindness.
His quarter, and heir to his heart, whom he purpled
with his fife, does bridle purpose to pursue
tides with unfolded scowls, and, pinched in this
array, fools compare with slack-weary ton.
Dominion demands distraction—the circus
ponies of the slaughter home. Braced
by harmony, bludgeoned by decoration
the dream surgeon hobbles three steps over, two
steps beside. “In those days you didn’t have to
shout to come off as expressive.” One by one
the clay feet are sanded, the sorrows remanded.
A fleet of ferries, forever merry.
Show folks know that what the fighting man wants
is to win the war and come home.
DISRAFIA
¿Entró un chiflón justo cuando te levantaste o me
protegías de él? Sentí la reducción
de imperativos, la ola de desvíos, el ruido
de sables de la inversión. Prendido y sin
tener adónde ir. Cegado por la avenida y lleno de
adyacencia. Arco o arqueado. Se convierte en botellas,
conductores silenciosos, ilustradas propensiones a
los estándares engreídos. Moroso o comatoso. “La vida es lo
que encuentras, la existencia es lo que repudias”. Un buen
ejemplo de esto es ‘Papá clava disco’. A veces algo anula;
en la mayoría de los casos, esto no es más que un salón.
Ningún lugar adónde ir si no es pianísimo (la protección de
un mercado que se dispara). “Ma siempre lo prepara tal
como lo como”. O aquí se valoriza lo que parece
desalentar a otro. ¡Sin excusas! ¡No puedes ver deportes
sobre hielo con las luces prendidas! Anormal retención de líquidos,
inundación inveterada. Sin duda tan porfiado como
pero sin su encanto. Sin identificación, solo
restitución. Mas nosotros le hemos obligado a esta oferta,
que nace de la astucia, no del afecto. “Llena
los vasos de agua —pregúntale a cada uno
si quiere
más café, etc.”. El sueño
del contenido. El
viaje es
largo, las
recompensas triviales. Difamadas heráldicamente.
Sigue —está— conseguido. Lo mejor
de saquearlas: gárgolas. O es un deseo fingido
que rebote en los resortes para cantar contentos
a granel. “Levanta toda la mesa salvo el agua,
el vino, y los ceniceros; usa un plato aparte para
sacar la sal & pimienta”. Ignorante
confronto, perplejo ante
me pongo de pie. Necesitamos
mencionar que esta es
adecuada para todo tipo de ojos y que se aplica apenas
en su nivel más básico y
rudimentario. Es algo
que me acomoda y que también
me tienta y satisface.
El cuento del pilar: una nueva visión de sociedad.
Pero no le hagas caso a la pera que sopla en tu
cerebro. El veneno de Dios es el concepto de
la falta de concepto —respiración anaeróbica.
Nada menos se sacrifica ni más se deja vacante —el vuelo
de la tentación es siempre a
beacon’s hill— el pozo minero
del alma.
Ve rasgueo eterno. No hay nunca anul-
ación, solo abreviación. La Aurora Boreal es
el sótano con paneles del universo. El regocijo
de ser agitado. El deleite del
miedo al frente. Brochazos
en los canales de…, manchas en
cilicio. “A la gente como tú no le hace falta
plata —engendras desprecio”. De algún modo esos
oasis tóxicos. Este crecimiento de condes, como en un mal
día, gorgoteando arbóreamente. Zapatos que
sacuden. Te
daría mi mono, mi serenata, mi bolsa de compras;
pero necesitas constancia, no pesos. Quien
eligiendo la suma total rechaza el pozo, un rayo de
bocací. O ellos
con lo de ellos, tú
con lo tuyo. Otro
disparo, otro paro —muerto
como parqué. Perdón por mi desvarío: breve
parada. “Rellena la fuente y dale a
todos”. Un
sonido es una suma —un cinto
de serafines. Telar aburrido.
La extensión nunca es más que una forma del contenido. “Sé
cómo te sientes, Joe. A nadie le gusta admitir
que su chica es tan inteligente”. “Siento como sabes,
Joe, le gusta a nadie que tan inteligente es chica su admitir”.
Un tipo de especie vacilante —por la tubería, mojado en
la tina, una carrera de las escaleras. ¡Deberías disparar! Pero
cuando me haya alineado. Magistralmente calmo y pomposo.
¡Pon pozo! Un lavado
de lamento (el mundialismo del
remolino). O: “Lindo estar aquí con cualquiera”. Los lapsus
encuentran las más infatigables invaginaciones, réquiems
subrepticios.
Ante el exceso, seguro hay rosca.
Si no —moscas,
quejas del detergente, sicosis del engaño. Hagamos:
partición de la petulancia, asar
los atrasos, socorrer lo sagrado. “Si no le sigues el ritmo
a la cultura, la cultura lo hará
por ti”. Dosis sacras, de algún modo
hospitalarias. El hilo
hila los hilos, como
zorzal. Casete trombolítico. “Mientras sucede todo esto,
un joven Sir Francis Rose —pintor de dudoso
talento auspiciado por Gertrude Stein en la última década
de su vida— aparece de la nada con una
pintura”. Si te metes con él te metes
con una metáfora. “Es
un paquete realista, es un
paquete negociable, no
es un paquete final”. La labia
del global, quizás: siempre hay algo que
gotea.
Parecemos recauchar la misma llanta
una y otra vez, sin tracción adicional. Aquí
hay cristales adicionales —opcionales. Muy ocupado
ahora reordeno y en efecto, extrañamente, lo sumé
a la proporción divisoria, como dirías. O solo
choco contra, devuelvo a todos.
La realidad siempre es más verde
cuando no la has visto.
En todo caso, solo seguir y estar donde no estuviste o no pudiste
estar antes —pasos, ventanas, rampas. Dejar
que el resto más que disolverse
se mezcle en el horizonte de la distracción, la distensión
buscada como un suelo al cual volver
(un lugar donde prohibir goteras). Es decir,
la vacunación de emisarios cobaltos preñados
de exasperación bivalente, protuberantes de materia inerte.
No puedo sino oscilar, ilusionado a mi manera. Tal vez
presagiar, tardarme. Las botas de goma, p. ej.,
se botaron; pero estás aquí. Catexis efímera, la angustia
del Doppler. Y después se nos enciende
la ampolleta a todos. “Así que creo
que debemos subrayar en alguna parte que es realmente
un trabajo en equipo”. Molesto
con los motines. Lo que
no conoce escansión admite
expansión: hojas de té dejan
señuelos
para la fortuna más gruesa —el aguanieve
de la tarde, la mañana y su repetición. Prosa,
posa— implacable
peletero.
Poema, cromo. “No
me gusta cómo piensas”:
está muy mal gastar una mente.
Esto es, la prosa empieza con el mundo
y busca las palabras que combinen; la poesía empieza
con las palabras y halla el mundo en ellas. “Trae
sopa —bien caliente”. “No
pudiste escapar de donde
las papas queman”. El silencio
también puede ser una herramienta
pero es rara vez tan efectiva como la ceguera.
Su cuartel, y heredero de su corazón, florecido
por su flautín, hace el frenado propósito de perseguir
olas de ceños desfruncidos, y, comprimido en esta formación,
los locos lo comparan con un montón cansado y flojo.
El dominio demanda distracciones —los ponis del
circo en el matadero. Reforzado
por la armonía, aporreado por la decoración
el cirujano del sueño cojea tres pasos hacia adelante, dos
pasos hacia el lado. “En aquel entonces no tenías que
gritar para que te encontraran expresivo”. Uno tras otro
los pies de barro son pulidos, las penas retenidas.
Las flotas de ferry, felices por siempre.
En la farándula saben lo que los luchadores desean:
ganar la guerra y volver a casa.
THIS LINE
This line is stripped of emotion.
This line is no more than an
illustration of a European
theory. This line is bereft
of a subject. This line
has no reference apart
from its context in
this line. This line
is only about itself.
This line has no meaning:
its words are imaginary, its
sounds inaudible. This line
cares not for itself or for
anyone else—it is indifferent,
impersonal, cold, uninviting.
This line is elitist, requiring,
to understand it, years of study
in stultifying libraries, poring
over esoteric treatises on
impossible to pronounce topics.
This line refuses reality.
ESTA LÍNEA
Esta línea está despojada de emoción.
Esta línea no es más que una
ilustración de una teoría
europea. Esta línea carece
de sujeto. Esta línea
no hace referencia a nada
fuera de su contexto en
esta línea. Esta línea
trata solo sobre sí misma.
Esta línea no tiene significado:
sus palabras son imaginarias, sus
sonidos inaudibles. Esta línea
no se preocupa de sí misma ni de
nadie más —es indiferente,
impersonal, fría, poco atractiva.
Esta línea es elitista, requiere,
para comprenderla, años de estudio
en bibliotecas atrofiantes, tragarse
tratados esotéricos sobre
temas imposibles de pronunciar.
Esta línea rechaza la realidad.
Charles Bernstein (Estados Unidos, 1950) es autor o editor de medio centenar de influyentes libros de poesía, ensayos y ópera, publicados en quince países y diez idiomas. Fundador de la mítica revista L=A=N=G=U=A=G=E y del Programa de Poéticas de SUNY en Búfalo, codirige PennSound y el Centro Electrónico de Poesía, además de enseñar literatura comparada en la Universidad de Pensilvania.
Enrique Winter (Chile, 1982) acaba de publicar Una poética por otros medios (ensayo), Variaciones de un día (poesía) y Sobre nosotros callaremos (novela), que se suman a Lengua de señas –premios Pablo de Rokha y Goodmorning Menagerie–, al disco Agua en polvo y a traducciones de Susan Howe, entre otros treinta libros editados en doce países y cuatro idiomas. Magíster en Escritura Creativa por NYU, da talleres en Valparaíso.