Cuatro poemas inéditos
María García Zambrano
Número revista:
7
No
no son pájaros
son alas de ceniza
con la lengua de acero de las locomotoras
no
no son pájaros
son restos de un ave mitológica
barco ebrio o loba parturienta
abriéndose
por encima delas cúpulas
no son pájaros los estambres
de las flores funerarias
la cabeza enterrada
avestruz de los agostos
transeúnte que tala
los sueños
son alas de ceniza
frágiles cuerpos dormidos
en los santuariosde la voz
no
no es un pájaro este miedo
anidandoen la boca
Las bendiciones curan
bien dicha la palabra Amor
desgarra
el cielo que te cubre
tus bronquios danzan
al compás
de una música amantísima
y abres tu boca de Mirla
sobre los glaciares
– mudas en polvo esquelas
talladas para ti –
pero no es la hora
– erróneamente limpiaron los nichos –
no es la hora
bien dicha la palabra Amor
funde los metales
los convierte en esta luz
porque no bastará con la poesía
un ave nos ha traído
tu corazón
las manos pueden sentir
el peso del aire
aferrándose a los muros
el deshielo de la voluntad
inmóvil todavía
sobre la herrumbre
sobre el frío de este páramo
porque hemos sembrado Amor y compartimos
las palabras benditas
las bendiciones curan
una diminuta llama
alumbra ahora
un planeta donde nunca
amó nadie
– El agua transparente
sumergida los pies
rozan un fondo de cantos
suavísimos –
la silla que sostiene el pavor
es sólida
noflotas
norespiras
nocomprendes
tu latir detenido
se mantendría
hasta que deje de amasar palabras
– palabras que se yerguen
sin sombra
ni argumento
torre de plumas –
te vacías
masticas el verbo
tan abstracto
lo masticas
– en tu interior un caballo cruza
una gran pradera
y se hunde –
tragas la palabra
la digieres
recorre tu sangre
te ilumina
aceptas el juego
– dentro caballos tranquilos
hermosos caballos
en un fondo con lago
y árboles de plata –
él no comprende
tu armónica sonrisa
desconoce que un caballo salió del encuadre
y viene
a lamerte las manos
regresa con su analogía
la muerte no se dice
la muerte no
conoces el secreto
– ella que ha visitado
la casa de la muerte
regresa –
los caballos libres entran en su pecho
su corazón cabalga
tenaz
y continúa
Cabalgan enloquecidos atraviesan el pecho
los caballos del hambre
y un rumor a muerte espantas
con tu aguja
de coser
blanquísimo
cabalgan acarician los caballos del hambre
y un rumor a muerte
un fino rumor alado pájaro con plumas
de acero
locomotora con humo de lengua y un rumor a
los caballos del hambre
sin embargo
aunque estés con un pie en las ruinas
tu carne amanece sin sombra
tu piel bondad y fuegos de artificio
(cabalgan sobre ti
los caballos del hambre)
un amor nutriente máscara insomne
se lleva
esta tristeza de césped tan azul
*Tomados del poemario inédito Esta ira.