Alter
Gabriela Yánez
Número revista:
4
Huésped
(Recomendamos utilizar audífonos para una experiencia completa).
El huésped es el umbral en el que se aúna la experiencia de la paradoja: su ser radica tanto en la llegada como en el recibimiento. Pura transitoriedad en la cual el que acoge se convierte en rehén del que viene de fuera; irrupción del otro que desestabiliza la relación conmigo mismo, la ipseidad, el «estar en casa», convirtiendo al centinela —aquel que resguarda la frontera— en invitado del que llega. Momento de queda inquietud, de espera, que sume al anfitrión en la más completa vulnerabilidad, pues torna en ajeno el espacio que le es propio. Paradójico don de la hospitalidad que da la intemperie a aquel que acoge. Oscura simbiosis que otorga un inasumible don de alteridad.
El vocablo huésped viene de uno latino antiquísimo: hospes, hospîti, que a su vez se compone de dos vocablos de raíz indoeuropea: ghos-(ti)-pot; donde ghos es extranjero y pot, señor, por lo que se podría traducir como señor o patrono de los extranjeros. Etimológicamente el don de la hospitalidad se configura como una protección y como una ofrenda que reserva un espacio para la llegada del otro, del extraño, del extranjero.